lunes, 1 de diciembre de 2008

Zumbayllú

Hay días en los que uno no sabe qué hacer
y se dispone a esperar.
Como uno no se aguanta más la inacción total,
manda un mensajito de texto.
Y espera a que alguno le responda.
Mira el teléfono un rato.
Nada.
Espera,
mira fijo,
nada.
Uno comienza a hacer algo.
Cualquier cosa,
solo para mentirse que no va a quedarse quieto
esperando que llegue algún mensaje.
Hace algo.
Nada.
Hace otra cosa.
Suena el teléfono:
mensaje del 1612.
"Recargá hoy y duplicate".
Mejor no.
Nada.

1 comentario:

Unknown dijo...

siempre te llamo
para hacer del silencio
un despilfarro